La vida se hace dando y dándose… Y cada
uno es encargado de su propio reparto.
No ser presencia de la vida, sino instrumen-
tos de distribución… dadores de amor.
El que da, se va entretejiendo con hilos
dorados en la tela de la vida, para irla rebordan–
do, y cubrirse con ella al final de los años.
Dar lo que tenemos… es una batalla ganada
por la generosidad, a favor de otra persona…
un despojo deseado y alegre.
Da lo que tienes, y quédate con lo único ver-
daderamente tuyo…
«el inmenso placer de poner en manos de
otros, el alivio, el consuelo, la solución…
algo que les facilite la vida y los ayude a ser felices…
porque se puede dar sin amor…
Pero no se puede amar sin dar»
Zenaida Bacardí de Argamasilla