La semana pasada recibí un mensaje que decía, “Hola, te encontré en Google, estoy desesperada y no sé qué hacer. Vivo con el peor dolor vulvar del mundo”. Lo primero que pasó por mi mente fue: te entiendo perfecto. Lo segundo, fue preguntarle si sabía por qué o si algún doctor le había dado un diagnóstico. Abiertamente me platicó su historia, la voy a llamar mamá S, es primeriza y le hicieron la episiotomía en el parto por miedo al desgarre. Lo que resultó que el corte le lastimara el nervio pudendo (nervio que se encuentra en la región pélvica), y ahora vive con un dolor crónico vulvar.
Desde ese momento yo no tenía idea de que las episiotomías pudieran ser peligrosas y generar un efecto secundario fuerte, pues yo no soy mamá todavía. Creo que la mayoría de las veces a las mamás les toca tomar una decisión rápida, bajo mucha presión y en el momento, sin realmente saber el daño que les puede causar. Muchos doctores dicen que lo peor que puede pasar es que provoque una infección, pero en otros casos más complejos, este procedimiento carece de protección al tejido vaginal y a los músculos del piso pélvico. Lo que hace que se viva con un dolor-ardor como si te estuvieran quemando por dentro, o si te echaran ácido en la vagina.
¿Qué tiene que ver conmigo este tema? Les platico que tengo una enfermedad que se llama vulvodynia. El término se conoce muy poco o casi nada en México. Llevo casi cinco años padeciendo de esta, y tanto el diagnóstico como los tratamientos me los dieron en Miami, porque ningún ginecólogo mexicano sabía de la vulvodynia en ese entonces. Aún hoy en día, el tema continúa en silencio en nuestro país.
Voy a hacer un paréntesis para explicar qué es exactamente. Las mujeres que padecen de dolor crónico vulvar sin ninguna causa definida tienen esta enfermedad. Una de las posibles causas tiene que ver con un daño severo o trauma en el nervio. Hasta ahora no se conoce porqué se lastima, pero puede ser genético, provocado por las primeras relaciones sexuales, por el exceso de ejercicio o por algún historial de abuso sexual. La vulvodynia no tiene cura hasta el momento, pero sí existen maneras y tratamientos que ayudan a disminuir el dolor.
Cierro paréntesis. Después de mi plática con mamá S, justifico completamente su enojo y el hecho de que está en procesos legales para demandar. En mi experiencia, ha sido muy frustrante el no saber cómo y porqué de este dolor, pero aquí estamos hablando de que un procedimiento médico fue la causante.
Lo platiqué con mi ginecólogo y me dijo que a una paciente suya también le pasó. Ya son dos casos, y ayer recibí otro mensaje de otra mamá, la llamo mamá K, con el mismo discurso. Después de una larga sesión con mi doctor entendí que lo que antes se conocía como un procedimiento rutinario, ahora solo se recomienda en casos muy extremos y en donde realmente exista una necesidad severa para agilizar el parto. Ahora me hace mucho sentido lo del plan de parto y la importancia de platicar con tu doctor sobre los riesgos, tanto del desgarre como de la episiotomía. Lo mejor que puedes hacer es considerar estos factores mucho antes.
Tips para evitar desgarre en el parto:
-Durante el embarazo aplica masaje y estiramientos en el perineo con vitamina E
-Comer muy sano y hacer dieta balanceada
-Hacer ejercicios de elasticidad y flexibilidad, como la yoga
-Hacer ejercicios de kegel para fortalecer el piso pélvico
¿Cómo es que estás mujeres se enteraron de mi? Justo pensé que no es posible que a estas alturas existan doctores en México que no saben de la vulvodynia. Por eso decidí crear la primera plataforma digital en nuestro país, destinada a las mujeres que sufren de dolor crónico en la vulva. El principal problema es que todavía no contamos con especialistas y doctores como los hay en Estados Unidos. Lo que me da mucha tristeza, el que no podamos encontrar la ayuda necesaria aquí.
@peacewithpain es un espacio de confianza para hacer awareness. Difundir de que esto existe, es real y le puede pasar a cualquier mujer, de cualquier edad. Contando la historia de cómo vivo con el dolor, busco ayudar a otras mujeres que están pasando por lo mismo que yo. Aún tratándome en Miami, sigo buscando soluciones, batallando por mejorar mi calidad de vida y encontrar momentos de alivio en el día a día.
El primer paso es romper con el silencio. Algo que influye mucho es que las mujeres nos quedamos calladas, ya sea por pena, tabú o falta de información. A veces se piensa “igual es normal, mañana se me quita”. Justo el no decirlo, no platicarlo con la pareja y con el doctor, son las razones por las que no se conoce de la vulvodynia. La simple palabra vagina se toma como si fuera prohibida. No permitan que la ignorancia las calle, o que la vergüenza se apodere de su cuerpo. La salud es primero y es lo más importante.
Si conoces a más mujeres que sufren de dolor crónico vulvar, invítalas a seguirme en @peacewithpain en Instagram y apoya la causa. ¡Recuerden que no están solas!
Por Pamela Clynes.
Pues aquí va una más que se ha quedado con vulvodinia por culpa de una episiotomia y desgarro, me parece que aunque somos pocas existimos, y todas vivimos desesperadas con este dolor horrible que nos impide hacer vida normal, en mi caso la cicatriz atrapa terminaciones nerviosas y está adherida, de ahí el dolor, esto ocurre en cualquier cicatriz pero en esta zona concretamente es horroroso porque te impide hacer muuuuchas cosas.
Me gustaría saber qué tratamiento sigues porque a mí ya no me hacen nada… Simplemente no tengo vida… gracias por contar tu historia.
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Hola lamento que estés pasando por eso… la historia es de una amiga que le paso y se está dedicando a difundirlo. Con gusto te paso su mail para que le escribas, creo que te puede ayudar mucho!!! clynes.pame@gmail.com
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